sábado, abril 29, 2006

¿por qué somos tan tercos?

Leo y releo la polémica suscitada tras la presentación de una iniciativa para aumentar o reconocer ciertos derechos a los simios y sigo asombrándome de mi especie.
No se ustedes, yo veo nuestra especie lenta de reflejos, pálida en el comportamiento y con una inercia infinita. Cuando a casi todo el mundo nos parece que los simios son "casi humanos" y alguien se digna, y tiene la valentía, de proponer un reconocimiento de sus derechos, aquí se lía la de San Quintín y en los corros de amigos acabamos hablando del tema entre risas hipócritas y un "mira estos por donde salen ahora..."

Les resultaría demasiado extraño si trasladáramos este debate a los USA de los años 50 y en vez de simios habláramos de esclavos. Quizás así conseguiríamos quitar frivolidad a nuestros comentarios y podríamos debatir el tema con más seriedad, la seriedad que requiere el hecho de que seres vivos, sospechosamente sintientes y casi humanos, se pasen sus vidas encerrados en jaulas de zoos para diversión de los humanos, la seriedad que requiere el hecho de que estos mismos animales sean masacrados para usar sus manos de ceniceros.... Pero ¿en que mundo vivimos?, ¿tiene que venir la ciencia a decirnos que somos idénticos en un 98% de nuestros genes, para que estas situaciones nos empiecen a parecer mal? (por esto digo lo de la inercia infinita de nuestra especie).

¿Es de recibo que alguien tache estas iniciativas de ridículas, cuando ese alguien o sus superiores prohiben a los seguidores de su religión el uso de preservativos con la que está cayendo con el SIDA? Creo que al final conseguirán agotar mi capacidad de asombro.

Pero en fin, si no tienen ni idea de lo que estoy hablando lean, lean y formen su propia opinión.

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Proyecto Gran Simio